Manteniéndolo en la familia - Tres generaciones de herradores
El herrador Australiano Occidental, Phillip Smailes
Aunque originalmente no planeaba ser un herrador, recuerda tener alrededor de veinte años cuando su padre, Ken, le dijo que comenzara a trabajar con él y desde ese momento, no se ha detenido. Ahora con sesenta y dos años, Phillip sigue siendo un herrador de tiempo completo y siente que está haciendo su mejor trabajo de todos los tiempos. Él no siente la presión que tenía cuando era más joven y está disfrutando trabajando junto a su hijo Josh, que es aprendiz de herrador. Ellos hierran todo tipo de caballos de esparcimiento, todas las disciplinas, desde caballos grandes a pequeños.
Phillip siempre ha estado involucrado en la industria del herrador en Australia Occidental y se involucró más cuando la AFBA fue establecida en 1989. Incluso fue el presidente de la Asociación de herradores de WA. Aunque solía participar en las competencias de herrero, en estos días él está del otro lado del yunque, como un juez.
Es una gran industria en donde puedes hacer mucho o poco, como tú prefieras.
“Es una gran industria en donde puedes hacer mucho o poco, como tú prefieras”. Aprendió el oficio de herraduras a mano de su padre Ken. En la década de 1960, el precio de un par de herraduras era alrededor de 20 centavos ¡más barato que comprar el acero para hacerlas! Durante mucho tiempo compró herraduras, pero con ambos hijos en la industria, decidió hacerlas a mano y ahora es lo que hacen principalmente.
Comencé mostrándole a los muchachos cómo hacer las herraduras ¡y ahora ellos me están enseñando cómo lo hacen!.
Sin embargo puede ser competitivo: “Comencé mostrándole a los muchachos cómo hacer las herraduras ¡y ahora ellos me están enseñando cómo lo hacen!”. A Phillip le encanta la simplicidad del trabajo para elaborar la herradura, así como se requiere que sea exacta y precisa para adaptar la herradura al casco. Su familia siempre ha utilizado clavos Mustad, en particular los clavos más delgados para un ajuste más preciso como el clavo Mustad E4, E5, clavos Slim y MX 50-70.
Herrar no es para todos pero si tienes la actitud y perseverancia es muy gratificante.
Utilizan el yunque de O´Dwyer y las pinzas de Mustad para hacer sus herraduras y las plantillas de Mustad están siempre en su camioneta. Cuando Phillip empezaba como herrador, recuerda a su padre Ken diciéndole algo que siempre se ha quedado en sus recuerdos: “Herrar no es para todos pero si tienes la actitud y perseverancia es muy gratificante”.