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Herrando entre 20-25 caballos por semana desde su establo en Kilmore, Victoria, aún le encanta estar debajo de un caballo y poner un par de herraduras, con su área de especialización en problemas de herrado de caballos de rendimiento.
Cuando comenzó a herrar a sus propios caballos, el trote era un deporte de verano, pero en los años 60’decidió hacerlo durante todo el año. Esto representó para él, una oportunidad viable de negocio, ya que había pocos herradores en esa época.

The Australian master farrier Carl O'Dwyer in his workshop

Me encanta que a mi edad yo puedo seguir debajo de un caballo y poner un par de herraduras

Tomó la decisión de mudarse de Shepparton a Kilmore cuando tenía veintitantos años y tal era su determinación para aprender el oficio de herrador, que trabajó en Northcote para un herrador de forma gratuita los fines de semana durante dos años.
Carl era muy diplomático cuando hablaba de su ex jefe, pero admitió que no siempre fue la persona más fácil para trabajar, así que cuando lo escuchó admitir frente de un grupo de reconocidos entrenadores de caballos que “Un día el será casi tan bueno como yo” - ¡eso fue un gran halago!

La herradura siempre debe ajustarse a el casco - y no el caballo a la herradura

Carl es un verdadero defensor del herrado en caliente, creyendo que es bueno para el casco - "La herradura siempre debe adaptarse a el casco - y no el caballo a la herradura.”
Carl ha visto grandes cambios a través del tiempo en la industria - en particular, yendo la fabricación a mano de herraduras para herraduras de galope (y ver el tiempo y esfuerzo que se necesita para hacer las herraduras) para admitir la necesidad de producir herraduras de forma mecanizada.

The Australian master farrier Carl O'Dwyer forging a horseshoe

En 1971, Carl fundó O'Dwyer Horseshoe Sales Australia, utilizando tecnología de punta en forma de automatización en el proceso de fabricación para producir productos de calidad, tales como las herraduras de paso O'Dwyer. En 2002, la empresa se unió al grupo internacional Mustad Hoofcare, y Carl sigue participando como consultor en el desarrollo de productos.

Recuerdo que una mujer de unos 60 años llegó a una de mis clínicas y aprendió algunas cosas que le ayudaron a mejorar: - Ella estaba encantada

De igual forma también realiza varias clínicas cada año para la empresa de la cuales obtiene una gran satisfacción
Australia es un país tan grande y muchas personas en áreas lejanas no tienen acceso a herradores y, por lo tanto, tienen que herrar sus propios caballos.
Carl espera que al desarrollar estas clínicas pueda transmitir su experiencia a las personas que asisten, lo cual se convertirá en un beneficio para su técnica de herrado y para el caballo.
"Recuerdo que una mujer de unos 60 años llegó a una de mis clínicas y aprendió algunas cosas que le ayudaron a mejorar: - Ella estaba encantada”.

The Australian master farrier Carl O'Dwyer shoeing a horse

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